Entradas

Mostrando entradas de abril, 2019
No me gusta sentir que estaba equivocada. No me gusta dar la razón. Pero a la vida se la tengo que dar esta vez. Y no solo eso, también tengo que darle las gracias. Las gracias por haber hecho que me tropezara en ese atardecer de verano. Las gracias por ponerte delante de mí justo cuando levanté la mirada. Las gracias por la perfecta luz que iluminó ese momento. Las gracias por el suave viento que hizo que me diera un escalofrío. Las gracias por el primer cigarro y aquella cerveza fría que compartimos esa noche. Ahora pongo aquel vinilo, que tanto te gustaba, con música de los 80, y pienso en tu cara apoyada en la barra del bar, en tus mejillas sonrojadas, en tus labios gruesos y rojos. Escucho la canción. La canción de esa noche. La canción del resto de mi vida. Sé que ahora todo esto son sólo viejos recuerdos. Recuerdos demasiado hermosos pero muy dolorosos en el mismo segundo. Pero me da igual, porque nunca me he sentido tan viva como aquella noche. Nunca me he senti
  ARREPENTIMIENTO Y DOLOR   ¿Cuál sería la verdadera razón? Tus labios, tu espalda, tus pecas, tus ojos, tu pelo... ¿Cuál de tus múltiples talentos sería el que me enamoró? Tu forma de tocarme, la forma en la que movías los labios al besarme, tu cara cuando te besaba el cuello, tu forma de mirarme, tu modo de acariciar mi espalda... ¿Qué sensación de todas las que me provocabas sería mi favorita? Mi pelo erizándose al verte, las famosas mariposas apareciendo en mi interior, mi mente dándole vueltas a tu cuerpo sobre el mío... Pero todo da igual. Tenías razón. ¿Yo quería apostarlo todo? Sí. ¿Tú querías jugar? Sí. Y jugamos. Pero cuando acabamos ardiendo en un fuego incontrolable, te alejaste diciendo que ya no me querías, cuando los dos sabíamos que no vivíamos para decirnos que nos queríamos. Nosotros nos queríamos mientras le dejábamos al azar decidir nuestra vida.  Ahora solo me queda el arrepentimiento de haberte dado explicaciones, mientras tú corrías a oscuras para
Y POR... Y por enamorarme de tus locuras acabé contigo en un manicomio Y por no saber de amor acabé contigo en una película romántica Y por odiar las formalidades acabé desnuda contigo en la playa Y por amar la noche acabé contigo contando estrellas Y por no querer compromisos ni ataduras, acabé contigo de la mano Y por no querer acabar juntos, acabamos dejándolo todo solo por rozarnos.
Y COMO... Y como nunca seremos más jóvenes que ahora mismo te digo aquí y ahora que no solo estoy enamorada de ti si no de todos los momentos que he vivido a tu lado, de cada recuerdo y de cada canción.  Y como en toda buena historia siempre hay dos versiones, mientras unos quieren pasarse las tardes enteras en las calles de madrid, yo solo quiero pasarme las noches con tu respiración en mi cuello y tu mano en mi cintura.  Y como nos hemos perdido tanto y ahora nos creemos con el derecho de tenerlo todo, o tal vez como vivimos en un pueblo con poco que hacer y tú y yo con demasiadas pocas cosas q perder, en el peor de los casos acabaría con el corazón roto y un par de camisetas tuyas.  Y como dice una leyenda japonesa, cuando no puedes dormir es porque estás despierto en los sueños de alguien, así que solo me queda pedirte perdón por todas las noches de pensar que te he hecho pasar mientras yo soñaba con no soñar contigo siendo solo una más de cientos.